LLORE
Hoy llore al despertar, soñé contigo, te veía desvanecerte entre sombras y destellos de colores, no llore por verte, mi llanto enmudeció mi voz y cegó mis ojos al oír la canción más triste del mundo.
Se enmudeció la luna…su alma.
Se oscureció el sol… su corazón.
Hoy mis párpados se cierran para atrapar las últimas lágrimas de dolor al despertar.
Dulces notas para enamorar a la luna; dulces notas cálidas para envolver al sol. Corazón plateado que encharca mis latidos y acompaña mi soledad.
Mis blancas manos acunan las teclas del piano, como suaves plumas de pájaro herido. El olor de la noche se mezcla entre mis notas. ¿Cómo describir tanto dolor? Sólo la luna descubre mi alma, sólo mi amada de blanca mirada adorna mi piel y se refleja en el piano.
Lloro mientras toco, grito mientras alzo la vista hacia ella y le dedico la canción más triste del mundo, la verdad más dura y la condena más dulce. Aquí me hallo cada noche, en la penumbra de un sol de plata, en la cálida pureza de un sueño de verano. Desolado, abatido y desesperado. Sólo la esperanza de cautivar a mi amante para nunca más sentir la pérdida, la causa de toda locura, el mal del enamorado, el mal del corazón hecho trizas.
¿Ves eso? Parece que la luna se acerca, alumbra mis teclas para bailar junto a mí. No quiero ni girarme, no quiero espantar la esperanza de algo tan bello, susurraré un “te quiero” al viento, tal vez la noche me devuelva su mirada, tal vez la luna esté enamorada.
Candy Campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario